lunes, 7 de septiembre de 2009

Interpretaciones

-Vos lo que tenés que hacer es meterte una tanga en el orto, con un pantalón blanco apretado hasta el ojete. Después te pintás los ojos, te levantás el pelo bien alto y salís. ¡Y listo!
Me venía quejando de que no me dicen nada por la calle y eso que está ahí arriba fue el consejo de mi chico. La verdad es que no me dio la actitud. Venía con la estima baja, muy baja, mal, mal, mal. Salí del trabajo para fumar y un varón me echó una mirada descarada. Dio unos pasos más y me sacudió nuevamente con rayos X de una manera que me intimidó. Y yo, en vez de levantar mi moral, pensé: Este también anda con la estima baja.
No se me cae ni un cachito de optimismo, eh.